martes, 10 de abril de 2012


INTRODUCCION
             Las personas que viven en ambientes naturales están altamentes conscientes de los organismos que las rodean. Algunos científicos hasta creen que tenemos una afición genética, instintiva, hacia la naturaleza, lo que explicaría por qué los seres humanos están tan preocupados con las plantas y los animales. También hay razones prácticas. Para aquellos que viven en los lujuriantes bosques tropicales o en el inhóspito Artico, las plantas locales y los animales pueden proveer comida, resguardo, ropa, y combustible para hacer fuego para cocinar o para permanecer caliente. Hasta en regiones menos extremas, un conocimiento rudimentario o básico de la biología ambiental, incluyendo lo relacionado con la comida, como los ciclos frutales de los árboles y las costumbres de pasteo de los mamíferos, ha sido siempre importante para sobrevivir. Es así que este conocimiento se ha vuelto una parte significativa de las tradiciones culturales de los humanos, virtualmente en todas partes del mundo. Tal como se puede esperar, cada cultura y lingüístico tiene sus propios nombres para las plantas y los animales con los que conviven. Esta práctica tradicional de nombrar las especies se denomina, taxonomía popular.
         La taxonomía popular no es solamente el origen histórico de la clasificación biológica, es también muy importante para los científicos investigadores modernos que a menudo recurren al conocimiento tradicional cuando investigan especies originarias. Este es particularmente el caso cuando ellos examinan la biodiversidad en ambientes tropicales complejos donde las personas locales tienen la aptitud de reconocer un gran número de organismos. Por ejemplo, un equipo internacional de botánicos coordinado por la organización New York Botanical Gardens, está estudiando las plantas en el Estado Brasilero de Acre, una región altamente boscosa, más o menos del tamaño de Gran Bretaña, situado en la base de los Andes en el Oeste de la Amazonas. Hasta ahora, en más de una década de trabajo, han identificado y recolectado más de 3,000 tipos de plantas. Los científicos también han comprobado que los nativos y otras personas locales ya habían dado nombre a la mayoría de estas plantas en su propia lengua. Esto es extraordinario, puesto que su propósito ha sido usar estas plantas de manera habitual y mantener el conocimiento tradicional cultural, y no construir una base de datos científica exaustiva.
INVESTIGACIÓN:
           Por consiguiente, mientras Europa emergía de la Edad Media, los científicos estaban ocupados describiendo estas numerosas nuevas especies y nombrándolas en Latín, que era el idioma generalmente usado para los asuntos académicos. Al mismo tiempo, había progreso en el catalogamiento de tipos de plantas y animales. Naturalistas como John Ray, empezaron a desarrollar una base científica para reconocer las especies. Ray y otros empezaron a inventariar especies clasificándolas de manera lógica sobre la base de su apariencia y características. Pero añadir más nombres científicos a la literatura creaba más confusión porque no había estándares comunes para componer nombres (algo tan sencillo como la simple regla de cuán largo debía de ser un nombre). Por ejemplo, antes de que un sistema taxonómico ampliamente aceptado fuese fijado, los botánicos identificaban a la Rosa Salvaje Briar como sylvestris alba cum rubore, folio glabro (aproximadamente significa rosa blanca rosada salvaje con hojas sin pelos), y Rosa sylvestris inodora seu canina (rosa perruna salvaje sin olor). ¿Cómo podía uno saber si estos nombres se referían a una cosa o a dos, a una o dos especies?
             En el siglo XVIII, un científico Sueco, Carlos de Linneo, más o menos invento el sistema moderno de taxonomía y clasificación. Linneo fue uno de los principales naturalistas de su generación, en una época en la que el estudio de la historia natural era considerada como una de las más prestigiosas áreas de la ciencia. A diferencia de sus predecesores, Linneo se adhirió rígidamente al principio de que cada especie debe ser identificada con una serie de nombres, denominados "género" y "especies", y clasificadas sobre la base de sus similitudes y diferencias. Aunque era primordialmene un botánico, Linneo produjo una lista comprensiva de todos los organismos conocidos mundialmente hasta ese momento , unas 7,700 plantas y 4,400 animales. Linneo escribió una de las grandes obras clásicas de la historia de las ciencias, Systema Naturae, y la revisó muchas veces.
                 Hoy en día tomamos la décima revisión de Systema Naturae, publicada en 1758, como el inicio oficial de la taxonomía moderna y de la primera clasificación formal biológica. Es un punto de referencia de la taxonomía moderna, una de las más importantes para ayudarnos a recordar los numerosos nombres. Por este motivo, cuando vemos nombres taxonómicos, como se leen en los carteles que identifican a los animales en el zoológico, se reconoce la obra de Linneo y no hay fechas anteriores a 1758.
              Esto es más que un simple texto. Su propósito es darnos a conocer, claramente, que los gorilas expuestos son del mismo tipo de animal que el naturalista Francés Isidoro Geoffroy llamó Gorilla en su publicación de 1853. También nos indica que el gorila pertenece a un grupo de mamíferos conocido como Primates, como fueron llamado por Linneo en la décima edición de su Systema Naturae en 1758. ¿De dónde proviene ese raro nombre “gorila”? Lo que sabemos es que fue introducido en Europa por el explorador griego Hanno, que visitó el Noroeste Africano durante el siglo VI A.C. Fué la palabra que Hanno pensó que los Africanos usaban para denominar a los gorilas (y aparentemente quería decir mujer salvaje o peluda). En otras palabras, era parte de su taxonomía popular, adoptada por Hanno y todavía en uso hoy en día, después de haber sido introducida por Geoffroy en 1853 en el sistema formal taxonómico Linneano.

CONCLUSION:
          La palabra “Taxonomía” es de origen griego, deriva de Taxis que significa ordenación, y de Nomos que se traduce por ley.
           Es evidente que siendo tan numerosas las especies animales y vegetales conocidas, para poderlas estudiar es necesario clasificarlas, esto es, ordenarlas metódica y sistemáticamente en una nomenclatura adecuada, en base a un esquema de analogías y diferencias entre los diversos grupos. En ello consiste precisamente la taxonomía.
           La tendencia a clasificar es natural en el ser humano. El hombre siempre ha clasificado los objetos de la naturaleza, pero cuando se trata de clasificar los seres vivos ya no se puede proceder de una manera arbitraria, sino que hay que hacerlo metódicamente a través del establecimiento del sistema adecuado. Las primeras clasificaciones fueron utilitaria: se hicieron en base a caracteres morfológicos de la anatomía y morfología externa, pero luego estos sistemas tuvieron que modificarse cuando se adquirió un mayor conocimiento de la flora y fauna, sobre todo al introducirse nuevos conceptos proporcionados por la anatomía comparada, fisiología, embriología paleontología, etc., y principalmente por la evolución y la citogenética. De aquí que la taxonomía moderna no solamente expresa un catalogo adecuado de vegetales o animales, sino también el grado de parentesco entre ellos.
                 Las categorías zoológicas son las que se mencionan a continuación, yendo de la mayor jerarquía a las entidades sistemáticas menores y anotando nada mas que las divisiones mas empleadas:

  • Reino
  • Subreino
  • Tipo, Phylum o Rama
  • Clase
  • Subclase
  • Familia
  • Subfamilia
  • Genero
  • Subgénero
  • Especie
  • Subespecie

                Las especies están caracterizadas por rasgos comunes a todos los individuos que agrupa, llamados “caracteres específicos”, que permiten diferenciarlas de otras. Pero dos o más especies pueden ser agrupadas en géneros por representar ciertos caracteres comunes que reciben el nombre de “caracteres genéricos”, y que son de mayor jerarquía. De la misma manera que las especies pueden agruparse en géneros, los géneros pueden agruparse en familias; las familias en órdenes, los órdenes en clase y las clases en phyla (singular a Phylum) o tipos para los animales, y divisiones para los vegetales.
        Existen códigos de nomenclatura de validez internacional que establecen “reglas de nomenclatura” tanto para los vegetales como para los animales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario